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Mostrando entradas de abril, 2016

Phubbing; apocalipsis zombie

Cuando el celular es lo mas importante La analogía entre un phubber y un zombie, es llamativa. Phubbing significa ignorar a una persona con la que se está compartiendo una interacción social ya sea hablar, comer, acompañar, para revisar algún dispositivo móvil (el término proviene de phone y snubbing; teléfono y desaire, desprecio, rechazo). Y zombie, muerto que resucita mediante un ritual, pero que queda sometido en adelante a la voluntad de la persona que le devuelve a la vida. En sentido figurado, zombie se usa para designar a quien hace las cosas mecánicamente, como si estuviera privado de voluntad. Así también, quien tiene una adicción al celular, parece actuar como un esclavo, pendiente del Facebook, Twitter, Whatsapp, y otras aplicaciones, ignorando soberbiamente a quienes están en frente, como un zombie. El phubbing generalizado que vivimos hoy día, es muy semejante al mito urbano de lo que se necesita para que se desate un Apocalipsis zombie: “Se pro

El síndrome del omnipotente

“No conozco la clave del éxito, pero sé que la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo” Woody Allen Si hay algo que hoy día la humanidad valora y ambiciona es el poder. Poder social, político, económico, religioso y se la busca a costa de cualquier precio; degradaciones a la dignidad, a la ecología, indiferencia social y hacia la naturaleza, entre otros. Quizás sea porque como nunca antes, asistimos a la experiencia de vivir en un contexto que nos exige ser poderosos, ya que, si no controlamos, nos controlan. Tener la sensación de poder es tener el control sobre algo, y esa sensación narcótica de sentirnos todopoderosos es una fantasía propia de la híper modernidad, generada a partir de la libertad que nos produce estar conectados en redes, trabajar y comunicarnos en tiempo real, ya que esto nos posibilitó independizarnos de los límites geográficos y temporales que antes nos detenían y así vivimos conectados con el mundo y nos sentimos omnipresentes. E

Lo perfecto de ser imperfecto

El síndrome del omnipotente “No conozco la clave del éxito, pero sé que la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo” Woody Allen Si hay algo que hoy día la humanidad valora y ambiciona es el poder. Poder social, político, económico, religioso y se la busca a costa de cualquier precio; degradaciones a la dignidad, a la ecología, indiferencia social y hacia la naturaleza, entre otros. Quizás sea porque como nunca antes, asistimos a la experiencia de vivir en un contexto que nos exige ser poderosos, ya que, si no controlamos, nos controlan. Tener la sensación de poder es tener el control sobre algo, y esa sensación narcótica de sentirnos todopoderosos es una fantasía propia de la híper modernidad, generada a partir de la libertad que nos produce estar conectados en redes, trabajar y comunicarnos en tiempo real, ya que esto nos posibilitó independizarnos de los límites geográficos y temporales que antes nos detenían y así vivimos conectados con el mundo y no

Encontrar una pasión; el secreto de la vida

“En ningún sitio aprendí tanto de mí y de los demás como en una cancha”- Valdano ex futbolista y DT En la película “El secreto de sus ojos” el investigador Pablo Sandoval (Guillermo Francella) descubre como encontrar a un criminal a quien están buscando hace mucho tiempo. La idea se le ocurre a partir de un cuestionamiento personal sobre qué es lo que le empuja a ir a este bar todos los días de su vida, donde solo va a emborracharse, discutir y pe lear, luego tener problemas en casa y a pesar de todo, lo hace una y otra vez, porque según el, es su “pasión” y “una pasión no se abandona” (a pesar de todo) y sea esta buena o mala . Así, considera que de la misma manera, el criminal a quien buscan, a pesar del riesgo de ser encontrado, no va a faltar por nada del mundo al clásico de su equipo de fútbol favorito . El investigador dice; “el tipo puede cambiar de todo, de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios, pero hay una cosa que no puede cambia