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Rezo por vos



¿Y acaso no es mas grande aquel que cura el alma, que es mas que el cuerpo? Paracelso

El punto de encuentro entre fe y sugestión

Cuando escuchamos el testimonio de personas que han atravesado situaciones límites como haber salido vivo o ileso de algún accidente, intervención médica, enfermedad, haber superado algún desafío increíble o solucionado algún problema complejo, estamos ante dos consideraciones; o es un milagro o es el poder de la mente. Para algunos es el resultado de la fe puesta en Dios, la oración y la entrega. Para otros, es la mentalización o la sugestión. Relacionar ambos conceptos, fe y sugestión, así como los campos que estos designan, nos invitan a buscar alguna reconciliación entre ellos, un punto de encuentro, ya que si estamos conformados por la trilogía indivisible de “mente, cuerpo y alma” no podemos fraccionar estos términos sin pensar que algo los une y los hace llegar a los mismos resultados. Por supuesto que no es la intención equipararlos ni compararlos, pues sería soberbio anteponer un concepto sobre otro sin herir susceptibilidades, mucho menos basados en raciocinios o ideologías, porque esto sólo subestimaría el poder inconmensurable que tienen en común; curar, sanar, cambiar, armonizar y superar situaciones que a veces, creemos imposible. Muchos hemos sido testigos del obrar de estas dos instancias y podemos decir que el punto en común de ambos es la creencia. Abordar la creencia, puede apuntalarnos hacia sus consecuencias y entender la estructura de los milagros o la sugestión y sobre todo, utilizarlos desde una comprensión holística.
Las diferentes formas en que creemos a través de la fe y la sugestión, están determinadas por una “capacidad de creer” muy personal. Cada uno tiene una forma de abstraer lo que cree y en lo que cree y cada concepto refleja un destino posible para esa creencia, ya que no todos somos capaces de creer en un Dios, ni todos somos capaces de atribuir poder a la mente humana, esto depende del nivel de abstracción que tiene cada persona sobre lo que es capaz de creer.
La fe puede interpretarse como un pacto de fidelidad, una entrega ciega a un otro idealizado y omnipotente y a todo lo que esto representa. Es la certeza de que a pesar de haber analizado algo, ya sea su existencia, poder o efectividad, eso es así, aunque no existan pruebas para llegar a una evidencia sobre ese algo. La sugestión es un proceso psicológico mediante el cual personas, medios de comunicación, médicos, libros, o toda clase de entes, manipulan conceptos y son capaces de emitir información para guiar o dirigir pensamientos, sentimientos o comportamientos de otras personas, a veces con algún beneficio o para convencerlos de algo, como en la hipnosis o el efecto de los placebos, publicidades, etc.
Diferentes estudios en torno a la hipnosis, al placebo, a la meditación, la fe, el pensamiento positivo, la confianza y la intención, demuestran que estos ejercen una influencia importante sobre el estado de salud de las personas. Esto funciona en la fe, personas que muestran un alto grado de fe, confianza en sí mismas (o en los placebos), meditando, visualizando o haciendo una proyección mental, son capaces de responder significativamente mejor a los tratamientos, se enferman menos y tienen una mayor calidad de vida. Personas sometidas al estrés, que tienen poca confianza en sí mismos, interés e intención pesimistas y que no utilizan su mente como herramienta para transformar su cuerpo, son más propensos a enfermarse y a responder con menor efectividad a todo tipo de tratamientos. En la fe, la creencia se convierte en una forma distinta de tratar con la verdad, no se la cuestiona, se acepta sin dudar un conjunto de rituales o historias que llevan a conformar una religión. Es la convicción ciega en Dios y en la oración. La sugestión, lleva a creer en el poder de la mente.
Estos no son mas que caminos hacia cualquier cosa que posibilite encontrar el motor de la motivación que nos lleve a creer en nosotros mismos, aunque mas no sea, través de un otro externo, ya que de nada sirve querer confirmar si la fe o los milagros son verdaderos resultados de una fuerza divina (que no entra en debate) ni si la sugestión se sostiene en el poder de la mente a través de procesos neurológicos o física quántica, ya que en ambos casos, lo que encontramos en común, es que desde un estado de credulidad absoluta, optimismo y confianza plena, el ser humano es capaz de conseguir mucho de lo que se propone.
Actualmente existe una tendencia a aceptar que las enfermedades son padecimientos integrales relacionados a la intercomunicación de la mente y el cuerpo. De hecho, el psicoanálisis o cualquier otra terapia, está centrada en la trasferencia, que es básicamente el mecanismo por el cual confiamos plenamente en el terapeuta (así como también en otros casos, el médico, sacerdote, o cualquier persona o ente) para poder curarnos. Esto nos lleva a reflexionar sobre las fuerzas que motorizan a las creencias que derivan en la fe; la confianza, la convicción, y la esperanza, todos mecanismos necesarios para la curación física y/o emocional.
Y en el caso de la sugestión no podemos dejar de hablar sobre el efecto placebo (o nocebo, el efecto contrario del placebo). El placebo es la capacidad que tiene la sugestión mental para operar sobre el cuerpo. Investigadores de la Universidad de Chicago hicieron un experimento para observar qué tanto afectaban los anuncios de un antihistamínico en su efectividad. En el estudio las personas que vieron de forma contínua las publicidades del antihistamínico durante un programa de televisión reportaron una mayor efectividad al tomar el medicamento que aquellos que no fueron expuestos a los anuncios. Entre otras cosas, esto sugiere que la publicidad es básicamente placebo. El placebo funciona de muchas formas, funciona en tratamientos programados donde el médico sabe que esta ofreciendo placebo, lo que evidencia que el placebo, funciona inclusive si el paciente sabe que es un placebo, ya que lo que importa es poner la mente en positivo y hacer un ritual con la toma diaria del medicamento creyendo firmemente en sus beneficios. Otro estudio sugiere que algunos de los beneficios del ejercicio pueden responder y estar reforzados por el efecto placebo: una serie de empleadas domésticas fueron informadas que su trabajo diario era un excelente ejercicio; a otro grupo no se les dijo nada. Dos semanas después el grupo que había recibido la información había bajado 1 kilo de peso y disminuido su presión arterial 10%.
Obviamente existe toda una explicación científica sobre el mecanismo del efecto placebo o el poder de los pensamientos positivos o la fe sobre el cuerpo, por ejemplo; cuando tenemos la información de que algún medicamento es excelente y eficaz, o si sabemos que muchas personas están orando por nosotros para que nos curemos o salgamos airosos de algún desafío, el sistema inmune se activa gracias a los pensamientos positivos que esta información nos provee. Se inicia la sanación cuando el sistema autonómico y endocrino responden fácilmente a la sugestión, permitiendo que se movilice el torrente sanguíneo limpiando toda toxicidad o enfermedad posible. Teniendo en cuenta esto, existe una deuda pendiente con la investigación de los mecanismos psicobiológicos que detonan el efecto placebo, ya que debería de estar en la vanguardia de la investigación científica, para desarrollar estos métodos de curación, por lo menos en un mundo donde la verdadera motivación sea buscar mecanismos de autocuración a través de procesos naturales y no cronificar enfermedades para vender más y más medicamentos.

Creer es visualizar algo, es una forma de eclipsamiento de la persona, le posibilita concentrarse en una meta, en un resultado. Creer es entregarse completamente a un estado de renuncia y confianza plena. Mantener nuestra mente con pensamientos sanos, es como un ejercicio que va fortaleciendo la anatomía de nuestra psiquis para que tenga la fuerza de generar estados de paz en situaciones extremas donde el optimismo supere al pesimismo y por añadidura proteger y elevar la salud física. Esto no es magia, sino pura concatenación de causalidades. El secreto esta en dotar a la mente de una clara intención, como curarse, mejorar, aprender, etc., y de esa manera le notificamos que estamos  dispuestos a aceptar transmutar la realidad física, que estamos abiertos a su influencia “espiritual” sobre nuestro cuerpo. Creer en nuestras instancias psíquicas como capaces de moldear los estados físicos que experimentamos, es la oportunidad de ser testigos de los milagros y poderes que tenemos en nosotros mismos y si confiamos plenamente, lo podemos confirmar en nuestras vidas, así como en esta frase budista Somos lo que pensamos, todo lo que somos surge de nuestros pensamientos”.


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