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Quiero ser una madre positiva



Todas queremos ser la mejor mamá. Buscamos herramientas que nos habiliten esa capacidad o  esos "superpoderes"; leemos, hablamos, nos preparamos, nos cuestionamos, hacemos una introspección profunda y de corazón, pero pocas sabemos que la ÚNICA herramienta para lograr ser una “buena madre” se encuentra en lo que decimos y en cómo lo decimos, en las palabras. Hoy día buscamos encontrar ese discurso equilibrado entre la disciplina y el amor, entre una crianza con límites y una en libertad. Ese equilibrio se encuentra en la forma en que vivimos la crianza y en la forma en que nos criaron a nosotras. Lo cierto es que hoy día, en donde la ciencia se anima a abrazar teorías quánticas y místicas, la verdad sale a la luz y nos permite confiar en algo que hemos venido escuchando por los siglos de los siglos…la palabra tiene poder de curación y transformación de la realidad, la ley de atracción existe y ha sido comprobada por científicos y podemos utilizarla de forma positiva para criar a nuestros hijos, porque el poder del discurso materno, como bien explica en su libro de mismo título Laura Gutman, nos configura emocionalmente, y dice al respecto; “Los niños creen en los padres. Cuando les decimos una y otra vez que son encantadores, que son los príncipes o princesas de la casa, que son guapos, listos, inteligentes y divertidos, se convierten en eso que nosotros decimos que son. Por el contrario, cuando les decimos que son tontos, mentirosos, malos, egoístas o distraídos, cabezudos, obviamente, responden a los mandatos y actúan como tales.  Aquello que los padres  -o quienes nos ocupamos de criar- decimos, se constituye en lo más sólido de la identidad del niño” cpmo una etiqueta y continúa “Los niños no tienen más virtudes unos que otros. Ahora bien, el niño no suficientemente mirado,  mimado, apalabrado y tomado en cuenta por sus padres, dará mayor crédito a sus discapacidades. Y sufrirá. En cambio el niño mirado y admirado por sus padres, amado a través de los actos cariñosos cotidianos, contará con una seguridad en sí mismo que le permitirá erigirse sobre sus mejores virtudes y al mismo tiempo reírse de sus dificultades”.

¿Qué deseamos para nuestros hijos?

En el tan famoso, aclamado y criticado libro y best seller “El secreto” la teoría de la Ley de la atracción se explica de forma tan simple y entendible y por eso a veces subestimado por la ciencia, nos confirma el poder de la palabra. Los pensamientos se convierten en realidad y aquello que deseamos para nuestros hijos, esa será su realidad. No solo el pensamiento, que como tal es caótico e incontrolable, sino lo que decimos, lo que inBOCAmos. Cada persona crea su realidad y  en ese sentido, la responsabilidad de la madre es muy importante (por supuesto que también la del padre o persona maternante) pero la madre en especial, es la que crea la realidad de sus hijos y por supuesto, lo que inconscientemente espera de ellos, en ese sentido, indagar en porque hemos puesto algun nombre, en honor a quien y como identificamos a ese hijo con que historia también nos puede guiar para saber que esperamos de ellos. Por otro lado, podemos tener una lista interminable de tips y técnicas de crianza en positivo (que las hay y muchas en Internet o libros de crianza) pero si intuitivamente estamos criando a nuestros hijos proyectando en ellos nuestros miedos, temor a que les hagan bullying, miedo a que se junten con pandillas o que no puedan alcanzar los méritos académicos (como, por ejemplo, no pudimos hacerlo nosotros) si creemos que no lograran destacarse en un deporte, si decimos y recalcamos que son tímidos, déspotas, exigentes, malcriados, estamos tejiendo en nuestras mentes y proyectando en las suyas, nuestros miedos, y se pueden convertir en realidad y es urgente que en esos casos, aboguemos por ellos ya mismo, partiendo por modificar nuestra energia, nuestras expectativas y nuestras ideas sobre su futuro, porque tenemos que asumir nuestra responsabilidad sobre sus problemas, ya que somos nosotros quienes les estamos etiquetando con todas esas negatividades, argumentados por la crianza a través de miedo.

La forma de criar en positivo, es pensar en positivo sobre nuestros hijos, si pensamos en positivo vamos a hablar en positivo y les vamos a transmitir confianza. Por supuesto, esto hay que practicarlo, no es solamente pensar en positivo, ya que si nosotras mismas nos hemos criado con una madre catastrófica, en donde todo era una posible amenaza; desde el clima hasta los perros, pasando por las enfermedades y los accidentes y nos hacían sentir inútiles o temían por nuestra seguridad o capacidad "sobreprotegiendonos" sin saber que eso es un secuestro emocional y violencia indirecta, es probable que ese poder del discurso materno, nos persiga ahora en la crianza de nuestros hijos, como una venganza de hacerles sentir igual que nos hicieron sentir a nosotros y también estemos criando con miedo sin darnos cuenta. Tenemos que ser capaces de darnos cuenta cuando esos pensamientos se cruzan por la mente, ya que esa energía es la que vamos a proyectar e instalar (aunque mas no sea inconscientemente) aunque estemos diciendo cosas positivas de boca para afuera, nuestros pensamientos tienen que convertirse en la energía de nuestro corazón, una convicción, pero por lo menos empezar verbalizando aunque no lo sintamos. Tenemos que aprender y configurar nuestra propia forma de criar y decirlo bien claro y fuerte, que confiamos en que pueden lograr todo aquello que se propongan y pensar sobre su futuro, sin miedo, nombrar sus virtudes y capacidades, convencerles positivamente sobre ellos mismos, nombrando sus puntos positivos; que son buenos, obedientes, buenos amigos, buenos hermanos, estudiosos, amados, bienvenidos, nobles, hermosos, aceptados, ¡decirlo una y otra vez, hasta que lo introyecten y luego en el futuro ellos sean padres a quienes no les cueste decir y dar de sí mismos cosas positivas a sus hijos y a los demás! Estas palabras se harán “carne” y la realidad responderá a nuestra energía de confianza y no de miedo, aunque sepamos que la vida es dificil, aunque sepamos que no van a lograr algo que es muy dificil, no podemos hacerles sentir nuestro miedo sin antes darles la oportunidad a ellos mismos de ganar o fracasar en cualquier proyecto, si nosotros creemos en ellos, ellos también creerán en ellos. Existen técnicas de visualización, métodos para hacer conscientes nuestros pensamientos, para tratar de “fiscalizar” todos esos pensamientos temerosos que, como padres, nos atacan compulsivamente porque, claro, vivimos en un mundo amenazante, pero si no nos permitimos caer en esa espiral pesimista, vamos a vencer esos pensamientos negativos y esos obstáculos, optando por elegir qué tipo de pensamientos y, por ende, sentimientos tengo hacia mis hijos y eso es lo que les vamos a transmitir.

¿Cómo ser una mamá positiva?

Para ser una madre positiva tenemos que confiar en "la física quántica de las palabras". Creer en el poder de la palabra que transmitimos a nuestros hijos y por ende, pulir nuestro discurso de crianza transformando los retos en conversaciones, las quejas en consejos y los castigos en paciencia. Confiar en el potencial que todo niño tiene, que todo hijo trae consigo, tan puro, tan lleno de futuro y posibilidades. Crear su futuro y su realidad a partir de no contaminarla con nuestros miedos o pesimismo. Podemos hablar de tips de crianza en positivo; 
- hablar con calma
- escuchar 
- conversar
- Enseñarles técnicas de elaboración de problemas (conversar sobre Bullying) 
- Animarles a hablar sinceramente con nosotros
- Confiar en ellos, darles oportunidades de que nos demuestren su responsabilidad
- Enseñarles a perdonar y a pedir perdón
- Llegar a acuerdos y ofrecer el apoyo que necesitan, entre otros...

Pero si todo eso lo hacemos de forma automática y seguimos pensando “mal” de nuestros hijos; que porque es varon es cabezudo, o porque es nena es timida, o que no se concentra, que el psicólogo ya me dijo que es hiperkinético, o desatento, que la profesora ya lo etiquetó como el cabecilla del grado, y lo creemos, vamos a potenciar esas etiquetas (que no le pertenecen) y se volverán su realidad. 
Pensar en positivo sobre ellos, en todo lo que deseamos y creemos posible que lograrán, es la única y maravillosa manera de ser una madre positiva, transmitiéndoles de corazón a corazón lo que creemos sobre ellos, enviando la confianza de la convicción que tenemos sobre su potencial y así ellos creerán en sí mismos, porque lo que mamá piensa de nosotros, eso es lo que vamos a ser. Y si nosotros hemos tenido una madre poco asertiva, que nos enseñó a pensar mal de todo y a desconfiar de todo, empecemos por comprender que somos seres atávicos a nuestras circunstancias, perdonar, dejar ir, comprender las realidades de cada uno y por sobre todo limpiarnos de esos pensamientos y crear los propios en pos de cerrar ese circulo "karmatico" de transmitir tragedia y empezar a instalar confianza, amor y sentido de responsabilidad en los hijos para que ellos también lo hagan en el futuro con sus hijos y en su vida. 
Lic. Gabriela Casco Bachem
Psicóloga 

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