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El mal genio de los genios




¿Que es el síndrome de Asperger?

El síndrome de Asperger es poco conocido y poco frecuente pero actualmente hemos oído hablar de él cuando el boom de las redes sociales y la tecnología expuso al mundo a los creadores que surgen con cierto destaque en su inteligencia y creatividad, pero poca habilidad social. Lo vimos en la película “Facebook” donde muestran a un Mark Zuckerberg que encaja con el prototipo del “nerd”: un genio sin amigos. Otras personas famosas como Steve Jobs o Bill Gates son “etiquetados” con ese síndrome (pero no por ello diagnosticados en la realidad, no está comprobado que lo hayan padecido como muchos otros famosos de quienes se dice, tenían Asperger) ya que la personalidad que tenia el cocreador de Apple por ejemplo, mas aun potenciada en una de las biografías que podemos ver en la película “Jobs” reúne ciertas características del síndrome; una persona poco social, con poca empatia con sus empleados, amigos y pareja, pero brillante en la creatividad e inteligencia. Existen muchos famosos etiquetados con este síndrome, grandes genios de la música como Motzar, del arte como Steven Spielberg, del deporte como Messi y actores como Keanu Reaves, pero todos ellos cuestionables para muchos que no los consideran Asperger, pero que por sus características los etiquetan así. Por eso, conocer los signos del Asperger es interesante para estar atentos a nuestros hijos que muchas veces son mal diagnosticados con Trastorno por Déficit Atencional, Hiperactividad, Autismo entre otros, y poder darles la atención que necesitan si es que presentan algunos de estos síntomas. Como es un síndrome muy complejo, prácticamente indetectable a simple vista o trato con las personas que lo tienen, mas aun cuando son pequeños, seria importante concentrarnos en áreas bien especificas del síndrome como para comprenderlo mejor.

El síndrome de Asperger presenta dificultades en tres áreas claras; primero, en las habilidades socio emocionales; son personas que les cuesta mucho hacer amigos y que tienen dificultades para relacionarse sobre todo con las personas de su edad. Segundo, tienen dificultades en las habilidades de la comunicación sobre todo en la parte social ya que no comprenden las bromas ni las ironías lo toman todo literal, no ven la realidad globalmente, sino solo los detalles y lo toman todo en serio. Tampoco comprenden la comunicación no verbal como los gestos, de enojo, de aburrimiento, lo cual les crea bastante confusión. Y tercero, Tienden a ser inflexibles, les cuesta mucho aceptar los cambios, aunque sean mínimos, por lo que tienden a ser muy rutinarios y necesitan que su ambiente sea predecible, por lo que tienen temas de interés a los que dedican toda su atención y su concentración.

Es por eso quizás que las grandes empresas informáticas, reclutan a estas personas con cierto grado de autismo. En la pagina www.teinteresa.es dice que la compañía alemana de software SAP está buscando a personas con autismo para trabajar como programadores y probadores de productos “aprovechando talentos que puedan ofrecer una cuidadosa atención al detalle y habilidad para solucionar problemas complejos”. Lo que la compañía busca son personas con síndrome de Asperger y autismo de alto rendimiento, que en general tienen en común un coeficiente intelectual alto y una capacidad de procesamiento del detalle poco común. Asperger España ya se ha puesto en contacto con ellos para presentar posibles candidatos. “Si a una persona con síndrome de Asperger le das una actividad muy clara, muy rutinaria y que esté bien secuenciada y si encima engancha un poco con su tema de interés vas a tener un trabajador entregado”. Cuando un Asperger trabaja en su campo de interés no se cansa, su concentración es absoluta, de ahí que puedan ser trabajadores inusualmente valiosos.

El síndrome de Asperger se considera un autismo leve, entre otras cosas porque no puede estar asociado a un retraso mental – si lo hubiera ya no sería Asperger – y porque el sujeto suele tener facilidad para el lenguaje oral, lo que no ocurre en otros autismos, donde a menudo se debe recurrir a los pictogramas y otras formas de comunicación. “El Asperger tiene siempre un cociente intelectual promedio – a veces superior a la media –y un lenguaje desarrollado, incluso sofisticado o extravagante, sin embargo puede presentar una gran variedad de síntomas. Hay casos muy clínicos, con conductas repetitivas, balanceos y un comportamiento que recuerda más al autismo clásico”, explica José Antonio Peral, psicólogo clínico y director técnico de Asperger España. 

El síndrome de Asperger no es una enfermedad, porque, como no tiene cura, el tratamiento no es intentar cambiar a la persona, sino que se trabaja con ellos para que su vida dentro de la familia y a nivel social sea más llevadera y aprenda a aceptarse tal como es. Se les ofrece estrategias para manejarse mejor con las personas que le rodean, por ejemplo, enseñarles de forma estructurada ciertas habilidades sociales, cosas que las personas comunes aprenderían de forma implícita o natural como el trato con los demás. Por ejemplo, todos sabemos como relacionarnos con los amigos, con los compañeros de trabajo, con los vecinos, eso lo aprendemos de forma natural, pero a ellos esto les cuesta aprenderlo de forma natural o intuitiva, por lo que adoptar ciertas estructuras socialmente aceptables, es la finalidad del tratamiento con una persona con Asperger.

El Asperger es un síndrome “invisible” y es denominado asi porque puede pasar totalmente desapercibido, por ejemplo, el aspecto físico de estas personas es normal, la inteligencia es normal, incluso a veces esta por encima de la media. Sin embargo, lo diferente en ellos es la conducta social, por lo que son más vulnerables a sufrir de acoso escolar, Bullying, en el colegio o acoso en el trabajo. Si bien no hay niveles de gravedad específicos, intuitivamente se puede observar que hay algunas personas que tienen un grado de Asperger mas profundo y en algunos países son considerados dentro del área de la minusvalía por lo que tienen ciertas consideraciones especiales en ámbitos laborales y estudiantiles para facilitarles un ambiente adecuado y supervisado. Pero por otro lado, hay adultos que tienen su vida hecha, que no sabían que eran Asperger y tienen trabajo, familia, pero en el área social siempre han tenido ciertas dificultades.

La detección temprana del síndrome es esencial para la vida de la persona, ya que cuanto mas pronto se empieza a trabajar desde niños, mas estrategias sociales aprenden y sobre todo evitar sufrimientos innecesarios, ya que la adolescencia es la etapa mas critica para ellos, porque suelen pasar por episodios de Bullying (hostigamiento escolar) problemas con los pares, abusos sexuales, bromas pesadas y otras cosas típicas de la edad en donde los adolescentes se “prueban” para ver hasta donde llega el aguante de los pares. Ellos quedan vulnerables ante toda esta dinámica y son blanco de abusos porque no comprenden ciertos parámetros sociales de la edad, donde las bromas pesadas o el sadismo impera, cuando otros podrían reír o defenderse, ellos se enojan, se irritan o todo lo contrario, quedan indefensos y estáticos, provocando aun mas la sed de hostigamiento del/los abusador/es.

En la sociedad donde vivimos, nos preocupa de sobremanera que nuestros hijos estén bien preparados para el mundo competitivo que les espera, vemos todo tipo de estímulos para desarrollar su inteligencia y creatividad, lo cual es muy bueno y como nunca existe una especie de niños fetiches del ingenio a quienes les facilitamos juguetes súper didácticos, tablets con todo tipo de aplicaciones para que aprendan rápido y cuanto antes, hasta los dibujos animados que son casi todos monotemáticos, con contenido de tareas y trabajos mentales de matemática, gramática, ciencia, entre otras miles de tareas para memorizar, aprender y repetir. Si bien es cierto, tenemos pequeños “genios” que sin tener ningún síndrome como el de Asperger, aprenden a contar hasta cien a edades que antes, eran impensadas. Saben el abecedario tan temprano como a decir “mama”, pero a nivel emocional, solidario y de empatia con los demás, vemos una estadística alarmante de jóvenes “abusadores” a quienes no les falta quizás creatividad ni inteligencia intelectual, ni raciocinio lógico o genialidad, pero a nivel emocional están anulados ya sea por actos o abusos hacia los demás, sobre todo los mas vulnerables o animales, que rayan lo criminal y a veces, lo son. Antes de adoptar prejuicios sobre algunas personas con trastornos del desarrollo o psicológicos, seria interesante también, mirar qué es lo que hemos fomentado como parámetro de “normalidad” en la sociedad actual, qué valoramos que aprendan los niños y jóvenes para poder hacer de ellos lo que consideramos sea lo mejor para su vida y la de aquellos que los rodean, ya sean personas "normales" o con ciertas vulnerabilidades.

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